miércoles, 29 de febrero de 2012

EL GORRIOCILLO VALIENTE

El gorrioncillo valiente



En una casa de campo, encima de un árbol había hecho su nido mamá gorrión. Incubaba con esmero sus dos huevos. Tras  muchos días de espera nace el primer pollito de gorrión. Era feo,  con pocas plumas y un pico grande. Tenía mucho frío .Y llega el segundo pollito de gorrión .Nació con una alita normal y la otra muy pequeña, cojito de la patita izquierda. Mamá y papá gorrión se preocuparon mucho, porque pensaban que en esas condiciones no podría sobrevivir. En un principio pensaron seriamente en la posibilidad de no alimentarlo, pues de todas formas al no poder volar tendría complicado seguir adelante. Y se dedicaron enteramente al hermano. Al alimentar más al hermano el pollito cojito estaba cada vez más débil e indefenso. Los vecinos se reían de él, le decían.- Alicorto, cojitranco, feo… Su hermano no lo soportaba. Le picaba su diminuta ala y su pata. Los padres que vieron esto no lo pudieron soportar y decidieron cambiar de táctica, y empezaron a alimentarlo. Al día siguiente ya se sentía mejor, más fuerte y animado. Pero su hermano cuando no estaban sus padres se dedicaba a molestarlo empezó a picotearlo. Lo arrinconó en el nido, el pajarito iba haciéndose hacia atrás, hasta que ya no pudo esconderse más, y cayó del nido. Con tal mala suerte que un gato lo vio caer desde lejos, y fue rápidamente hacia él con muy malas intenciones. Entonces sintiéndose en peligro empezó muy rápido muy deprisa sus alas. Cada vez más y más fuerte, mucho más fuerte. Y entonces se dio cuenta ¡su ala estaba moviéndose, enferma se dio cuenta que si se esforzaba un poco más podría volar. Entonces lo vio, el gato estaba a pocos centímetros de él, hizo más fuerza, más fuerza.!! Y fue cuando se dio cuenta que estaba volando!!. Con mucho esfuerzo  se zafó de las garras de las garras del gato, logro subir hasta su nido. El gato se chocó contra el árbol y se hizo un buen chichón. Los vecinos que vieron esto, no se lo podían creer, el pajarito había volado a pesar de su ala y su pata enfermas. Les había dado una buena lección de esfuerzo y valentía. Nunca más se burlarían de él. El gorrión a pesar de su minusvalía aprendió a volar y cuidar de si mismo sin necesidad de nadie, se sentía feliz.
Moraleja: No hay que dejarse engañar por las apariencias.




3 comentarios:

  1. Cada día vuelas más alto....

    Un abrazo

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    1. Gracias clara por enseñarme que escribir es una de las cosas que hago menos mal.Nunca te lo agradeceré lo suficiente.Perdoname si soy un poco vaga.

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  2. Sigue volando cada vez más alto y escribe tu libro

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