Cae la lluvia sobre la verde pradera.
Llueve, mientras un tímido sol asoma sobre el horizonte.
Y un arcoiris se vislumbra temeroso y difuso a lo lejos.
Como pidiendo perdón por atreverse a aparecer sobre tanta belleza natural.
Muy cerca un ciervo joven bebe agua sobre un arrollo de aguas cristalinas.
Tranquilamente, en ese paraje idílico que respira paz, armonía y placidez.
Donde parece que el hombre.
Todavía no ha contaminado el espacio vital.
Y los animales disfrutan en libertad de la naturaleza.
Todavía virgen, y sin que nadie los moleste.
Ni les haga daño.
El arcoiris sigue mostrando sus colores alegres.
Como queriendo agradecer a la naturaleza, apoyando su belleza y.
Volver agradecer a la lluvia que siga mojando la flora.
Para que sigan creciendo flores y vegetación tan fantástica
Y que animales salvajes y libres disfruten de la magnifica estampa.
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