EL MAR ME
CONOCE
El mar me conoce sabe de mis secretos. Es mi confidente. Le cuento mis
cosas y el escucha paciente, a veces cuando me nota muy triste, me arrulla con
el sonido de las olas que vienen y van, como si quisiera cantarme una nana. Y
siento una paz infinita. Consigue que
olvide todos los problemas que se acumulan día a día, y que se hacen un muro en
mi mente cada vez más y más grande. A
veces me susurra al oído y me invita a que me adentre al fondo, hacia adentro,
y siento como una caricia sobre mi piel, cálida y suave, me dejo flotar y me
relajo. Me siento ingrávida, como una
pluma a merced del viento que puede
llevar donde le plazca. No siento, ni experimento ningún sufrimiento, mi cerebro
ha conseguido desconectar de
todo. De pronto recuerdo que debo salir de mi estado de relajación, pero algo
me dice que siga, me siento tan bien. Nunca había sentido esta sensación. Y me
niego a despertar. No quiero salir de esta paz interior que ahora siento. Y me
adentro más y más. Cuanto más tiempo pasa, más me convenzo de que quiero
quedarme aquí para siempre. Definitivamente en estos momentos, no me importaría
desaparecer de este mundo, se esta tan
bien que no quiero despertarme nunca más. Sigo descendiendo, más y más. Oigo
que me dicen en un sonido casi imperceptible: Ven, ven. Y siento una atracción
que no puedo controlar. Definitivamente, ya formo parte del mar. Como una
criatura marina. Como una leyenda. Como una sirena cualquiera. Y en ese
instante desperté.
No hay comentarios:
Publicar un comentario