EL OTRO LADO DE LA LUNA

Emilia, era una mujer soltera, con casi cincuenta años. Nunca había tenido ninguna relación sentimental con nadie. Siempre había vivido con su madre, y no sentía la necesidad de una relación. Siempre pendiente de sus padres, viviendo por ellos y para ellos. Hasta que un día se dio cuenta que no había vivido la vida que ella quería, sino siempre la que los demás querían. Se preguntó si no había perdido toda su vida, por vivir la de otros. Pensó que le gustaría salir, por ejemplo al cine, a cenar con amigos, culturizarse un poco más. Decidió apuntarse a club de lectura porque le gustaba leer pensó, que si se leía en grupo, y se comentaba entre todos se disfrutaba mucho más de la lectura. Así lo hizo. Y descubrió que había mas mundo además de su casa y sus  padres. El tiempo que dedicaba al club le lectura, era su tiempo, el que dedicaba para ella, era su espacio, su libertad. Cuando se dio cuenta estaba tomándose un café con los compañeros. Incluso salió a la cena de fin de curso, y se sorprendió a si misma contando chistes, riendo, bailando. Ella estaba feliz, pero a sus padres no les gustó, estaban acostumbrados a que estuviera siempre con ellos, y sentían que los había abandonado, a pesar de que seguía viviendo con ellos, y los cuidaba igual. Un día cuando volvió del club de lectura su padre le esperaba enfadado, y le reprochó que los había dejado solo mucho tiempo. En ese momento se sintió culpable. Pero decidió que no, no se dejaría manipular, y tampoco aceptaría ningún chantaje emocional más. Siempre había visto este lado de la luna. Y ahora que estaba empezando a ver el otro lado de la luna, no estaba dispuesta a volver atrás. y decidió que el otro lado de la luna, no estaba nada mal.