viernes, 9 de septiembre de 2011

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Camino, y camino sin saber muy bien a donde ir.
allí al lo lejos se ve el horizonte.
de pronto me detengo.
Veo una montaña. hay gente a las faldas, veo gente que va subiendo a mitad de la montaña,otras personas que están a punto de culminar las cumbres.
me dicen -¿quieres subir con nosotros?-
yo empiezo a subir, pero veo que a los pocos metros me cuesta mucho subir y me asusto.
Me han dicho tantas veces que yo no puedo subir, que la montaña no es para mi,que me voy a despeñar, que es mejor no arriesgarse.
que tengo ganas de bajarme.
sigo un poco más.
Pienso -¿siempre me voy a quedar abajo? ¿no tengo derecho a intentarlo?
sigo un poquito más, me ayundan, me dan animo.
cuando me doy cuenta ya voy a mitad del camino.
miro hacia arriba y digo- que poco falta, cada vez estoy más cerca.
el último tramo es el más duro. miro hacia abajo y me da vértigo,casi me caigo. pero ya no puedo bajar.
solo puedo llegar al final.
venga un un esfuerzo final, me digo
No me lo puedo creer¡¡
He llegado hasta arriba¡¡
que bien se está aquí, que sensación de libertad, de plenitud.
tengo ganas de tirarme al vacío, y sentir que se siente.
Aunque al llegar abajo me haga daño.

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